Sobredosis De Nostalgia

Te tengo cerca y no te veo, te siento. Siento tu calor, nuestra química. Siento como te acercas, caminas despacio hacia a mí. Se me hace una eternidad, tócame ya. Me pongo nerviosa, tiemblo, no me salen las palabras. Aprieto fuerte las piernas. Todos los músculos de mi cuerpo bailan al son de tus pasos. Me doy la vuelta para comprobar que no es un sueño. Te miro y me pierdo entre un montón de moléculas que sólo impulsan a mis ganas de hacerte el amor. Quiero tocar cada parte de ti, recorrerte entero con mis labios. Tatuar con mis besos tu piel morena. Siento que hay un elástico entre nosotros que me lleva a tocarte. Tus ojos se clavan en mí haciendo fuerza. Haciendo magia. Mi cuerpo entero siente deseo, incluso sin tocarte, puedo sentirte. Siento tu olor. Tus besos. Tu pelo. Tu lengua. Ya la siento. Me voy quemando poco a poco. Rozas mi cuello con tus labios y miro al cielo… pierdo la conciencia…No recuerdo nada más.

- Que no. No quiero. No quiero que nunca sea suficiente. No quiero creer que mientras más te conozco, más te desconozco. Tener miedo del pasado y del futuro. Cuestionar cada palabra que sale de tus labios. No quiero sentir el dolor de algunas miradas. No quiero que seas lo que yo quiero que seas. Quiero que seas tú, que me muestres tu alma, tu antes, tu después. Tus deseos, tus preocupaciones-. -Quiero conocer el cuerpo que me rodea cada noche. No quiero tener dudas. No quiero tener miedo a cerrar los ojos por si al abrirlos me encuentro que esa situación se ha ido para siempre. No quiero creer en algo que nunca he creído. No quiero ser algo que no soy. No quiero vivir de puntillas. No más esperas. No más ilusiones. No más planes para mañana. - dice la razón. - Y,  ¿ dónde guardo ahora el tacto de tus manos?  ¿Q ué hago con este sentimiento nuevo en mi?  ¿ Qué hacer con los mensajes que alegran mis mañanas?  ¿ Qué hago ahora con las sonrisas en las que me...

Hay días que nos levantamos con ganas de observar más que de hablar. Hoy ha sido uno de esos días para mi. He observado a cada persona que me encontraba. Cada persona que sin darme cuenta, hoy ha formado parte de mi vida. A veces la persona que menos me espero puede que haya sido la protagonista de mi día. Siempre cuando me voy a acostar intento pensar quién ha sido la persona protagonista de mi vida. No siempre en una película el protagonista es el que más aparece, el que más escenas realiza. Ni siquiera del que más se habla. Pero es el que está ahí, detrás de cada pensamiento, detrás de cada escena, por el que la película sigue adelante. La razón de que exista una película. Pues hoy me he dado cuenta de que la protagonista de mi vida he sido yo. Y eso me gusta. Muchas veces dejamos de lado de qué se trata la película. Qué guiones debemos seguir. Y hoy yo, he conseguido no dejarlo de lado. La película de mi vida trata de mi misma, de mis historias, de mis pensamientos, de mi ...